Reacciones al anuncio de Coca-Cola de la Super Bowl

Acerca de América. nº7

Han pasado unas horas desde que se pitó el final del partido de la Super Bowl y seguimos con noticias impactantes de cara a lo extra-deportivo, lo que atañe a la publicidad.

En este caso, un anuncio de Coca-Cola en el que se mostraba la canción «America the Beautiful» cantada en diferentes idiomas en representación de las diferentes culturas que forman el país de Estados Unidos (recordemos que no es más que un país hecho de emigrantes de diferentes culturas.

Pues bien, el revuelo se ha creado en twitter: Cientos de personas malhumoradas y con rotundos enfados al contemplar el anuncio que Coca-Cola intentó fuese algo elogiado y lacrimal. Tal fue el enfado que llegamos a tener Trending Topics en USA como #FuckCoke y #CokeSucks.

Y es que, aunque ya sabemos que los «yankees» están un poco locos, llega a sorprender ver tweets del estilo de: «Mexicanos, terroristas, judíos y negros de mierda no son América» o «No beberé nunca una Coca-Cola que se vende en la lengua de los terroristas».

Incluso Miss Kansas 2013 se une a la fiesta con sus tweets asegurando que nada en ese anuncio era americano.

Os dejo un enlace por si queréis ampliar lo que he dicho y también el mencionado anuncio que, consideraciones personales aparte, no es sino un reflejo de lo que realmente la sociedad en las grandes ciudades americanas.

http://www.huffingtonpost.com/2014/02/02/coca-cola-america-the-beautiful-racists_n_4714931.html

Ahora sí voy a escribir mi opinión personal; si no os interesa podéis dejar la lectura en este punto.

Considero que es estúpida la manera en la que los estadounidenses se toman tan a pecho el que no se les habla en «su idioma». Resulta hilarante ver a un estadounidense exigiendo que se hable la lengua de América; gritan y se desgañitan berreando «speak ENGLISH» sin darse cuenta de que no es sino otro idioma más de la gente que llegó al territorio.

Los americanos, y eso lo he podido observar personalmente, tienen un recelo muy importante (por lo general) a los otros idiomas. ¿Por qué? Porque no hablan nada más que el suyo y, en ciertas ocasiones, sólo el argot pertinente a su área social. Están muy mal acostumbrados, nunca se ven en la tesitura de tener que escuchar un idioma que no conocen y simplemente asumirlo y dejarlo pasar o incluso intentar aprender algo.

Hay una respuesta muy sencilla para entender por qué a los americanos «de pura cepa» les cuesta ser transigentes con esta clase de cosas. Como en el resto de su historia, por completo, casi todo lo que han hecho los americanos ha sido por la misma razón: sentirse amenazados. La cifra de americanos cuya lengua materna no es el inglés es, a día de hoy,  25%.

Por cuestiones como esta, encontramos familias de filipinos, mexicanos, vietnamitas, guatemaltecos, europeos, etc. que han sacrificado sus idiomas en pro del inglés. Familias en las que a los hijos y nietos (que no deberían tener miedo pues sus padres y sus abuelos nacieron ya como estadounidenses) nunca se les ha hablado en ningún idioma más que el inglés para que no supiesen hablar ese idioma y nunca tuvieran que sentirse repudiados por hablar, ocasionalmente o no, algo que no sea lo que los americanos consideran suyo por derecho.

De todos modos, para entender la filosofía con la que yo trato este asunto tenéis que plantearos esta pregunta: ¿Quién es un auténtico Americano?

Eso, amigos, lo dejo para otra entrada.

Soul Candy

Multimedia (post nº3)

 

Pues sí, ya era hora de que pudierais ver mi actuación de la que ya habéis visto fotos. Se trata del festival «Soul Candy» en el que se exhibían básicamente talentos o tradiciones internacionales. Así que me pidieron que tocara alguna cosa en español.

Había básicamente dos problemas cuando me lo propusieron, primero, era al día siguiente, de modo que no tendría la posibilidad de prepararme nada nuevo, tendría que tocar algo que me supiera y que me resultase fácil y cómodo; segundo, estaba resfriado, muy resfriado, terriblemente resfriado, no era capaz de parar de toser ni por 30 segundos. Así que, por supuesto, acepté.

Así pues, a la mañana siguiente fui a comprar el famoso jarabe para la tos (con 10% de alcohol) y unos caramelos de miel y limón. Ensayé como pude, me calcé de mi camiseta de la selección española y con el jarabe, los caramelos y un ibuprofeno, esto es lo que salió:

http://www.youtube.com/watch?v=btFjusoh6K0

 

¡Truco o Trato!

Días en California (post nº7)

 

Una puerta blanca, impoluta, no hay manera de encontrar un ligero rasguño en ella, una gota de pintura de más. El porche que me rodea no es menos perfecto que esta puerta, está decorado para la ocasión, hay calabazas, telarañas, farolillos, poca luz y algunas velas, por supuesto eléctricas para evitar desgracias.

Me aventuro a llamar a la puerta, un segundo, dos segundos, y oigo la voz de una persona mayor que se acerca tras esa imponente y perfecta puerta blanca. Ni siquiera ha dado tiempo a que termine de sonar el crujido de las bisagras de la puerta cuando un ensordecedor sonido me recoge desde atrás y me envuelve: «Trick or treat!!». Mi cara es un cuadro, pero más aún lo es la cara de ese señor mayor que, sin dejar de mirar nuestros disfraces, sonríe y disfruta de esta tradición.

 

Así fue mi día de Halloween, casa por casa. Yo pensaba que nunca tendría ya la oportunidad de hacer un «truco o trato» puesto que ya tengo una edad. Mi universidad me dio la oportunidad perfecta; al parecer cada año envían a todos los vecinos del barrio una bolsa de papel con un folleto explicando que, la noche de Halloween, unos alumnos de la universidad pasarán recogiendo esas bolsas que deberán estar llenas con productos no perecederos para el banco de alimentos de la ciudad.

Aquí la festividad de Halloween se la toman muy en serio; de hecho, puedes ver a los alumnos disfrazados por la universidad desde las 8 de la mañana. Mi profesor de Art of Film, sí, ese que trabajó en Hollywood en películas como «Bailando con Lobos», vino disfrazado de Vampiro. Se esperó sin abrir la boca a que todos hubiéramos llegado y entonces nos explicó con la voz más ronca que pudo y un acento transilvano bastante convincente que era el Dr. Akenstein y que hoy daría él la clase.

La noche de Halloween fue mucho más de lo que yo esperaba. Tuve unas 4 fiestas en 3 horas en diferentes locaciones del campus. Todo el mundo, absolutamente todo el mundo iba disfrazado. Yo me disfracé de el Ginosaji, el asesino de la cuchara (si no sabéis de él podéis buscar en youtube).

Me imaginaba que en el «truco o trato» darían caramelos igual que hacen nuestros nazarenos, pero no, no son sólo caramelos, son kit-kat, chocolatinas, chupa-chups, piruletas, galletas de la fortuna, sandwiches, bolsas de patatas, tabletas de chocolate, lacasitos, y un largo etcétera.

Mi experiencia ha sido muy gratificante en lo respectivo a este Halloween. No dudaré en decir que ha sido el mejor de mi vida, pues a pesar de la buena compañía que me rodea en mis noches de los muertos en España, no hay manera de comprar una fiesta a la oportunidad de sentirse rodeado por la cultura y las celebraciones que este país me enseña.

Mi disfraz un poco deteriorado por el paso de la noche

Mi disfraz un poco deteriorado por el paso de la noche

Sí amigos, es una cuchara

Sí amigos, eso con lo que toco es una cuchara

Me gusta cantar mis asesinatos con mi cuchara

Cantando cómo me convertí en monstruo

Enamorado

Multimedia (post nº2)

 

Hola mis queridos amigos. En esta ocasión nos reunimos para una ocasión más especial de lo normal. Hemos tenido que hacer un proyecto para Art of Film que se trataba de hacer un corto de temática a elegir entre 3 y 5 minutos. Se suponía que había de hacerse en parejas o grupos de tres pero, los que me conocéis ya lo sabéis de buena mano, mi fortuna es malvada y me tocó una «persona» con la que no se podía trabajar. Una persona que llega una hora y media tarde a una clase que dura una hora y media día sí día también (literalmente, no ha asistido a ninguna clase) y que prefiere «no estresarse porque es joven».

El caso es que, por supuesto, yo lo he tenido que hacer todo, absolutamente todo. El profesor es consciente de ello así que, al menos en esta ocasión, el corto me pertenece totalmente a mí.

Para más inri, el profesor se olvidó de nosotros y no nos reservó el material para la grabación, de modo que no tuve ni kit de iluminación, ni cámara, ni micrófonos ni nada de nada. Así que me vi con mi cámara de fotos y solo ante el proyecto que tenía que presentarle al tipo que hizo el sonido de «Bailando con Lobos».

Aquí os vengo a enseñar el resultado subido a la más famosa web de vídeos. Las  peticiones que os haré son las típicas que hacen todos los que quieren que disfrutemos al máximo del producto que nos ofrecen, así que ahí va: Ved el vídeo en pantalla completa, en HD (720), y ved también los créditos (son sólo 15 segundos). No os preocupéis aquellos temorosos, le he puesto subtítulos en español, ardua tarea teniendo en cuenta que el teclado del laboratorio no comprende ñ, tildes ni aperturas de exclamación/interrogación.

Los dos actores son mis compañeros de habitación a los que por fin podréis ver, la habitación es la nuestra y los pasillos y exteriores son todo en la universidad.

Aquí va, amigos, no os entretengo más, espero que lo disfrutéis y lo compartáis con amigos, familiares, enemigos, compañeros y amantes secretos.

http://www.youtube.com/watch?v=tw1hRkF78Ew

 

Disculpe

Acerca de América (post nº6) 

Ayer charlaba con un maestro, Francisco Valero, quien ha estado hace poco en Londres y me contaba su experiencia británica. Decía estar sorprendido por la cantidad de veces que los ingleses se disculpan. Yo ya era conocedor de la amabilidad tan extrema de los ingleses, pero siempre pensé que los americanos serían diferentes en ese aspecto. Siempre los imaginé más rudos, más descorteses y por supuesto, muy poco atentos.

Sorpresa la mía cuando llegué a California y empecé a descubrir que basta con sujetar una puerta después de atravesarla para que un americano entone un enfático agradecimiento. Piden perdón siempre, incluso por cosas irremediables, sin sentido o que incluso no son culpa suya. Ahora recuerdo todas esas películas en las que los dos personajes se van a enamorar y se chocan tirando libros y naranjas por el suelo; ambos se pasan los primeros segundos disculpándose sin sentido.

Amigos, la amabilidad de los americanos está por encima de lo que creemos. No olvidemos que son americanos, son orgullosos y no les gusta que se les toque la moral ni muchas otras cosas pero, cuando se trata de vivir en armonía, son los primeros en derrochar amabilidad por doquier para que todo sea más sencillo.

No es difícil comprobar, poco a poco, cómo ciertas cosas de las que vemos en las películas son ciertas, os iré comentando más de estos hallazgos de trazos de la realidad en hollywood. Eso sí, ya más adelante, disculpad si me demoro.

La trampa

Acerca de América (post nº5)

 

Estoy bastante cansado de ver algo que llevo odiando desde que vine a los Estados Unidos. Cosas que hacen a uno extrañar la civilizada Europa. Estoy cansado de LA TRAMPA que, por sistema, se oculta tras los precios americanos.

Cuando vas a un restaurante y ves la lista de precios, pides lo que quieres comer, lo comes y cuando vas a pagar la cuenta te das cuenta de que tienes que sumar alrededor de un 20% del valor de la misma en concepto de propina. ¿Por qué? Los que habéis estado ya en EE.UU. sabéis que aquí los camareros no tienen un sueldo fijo (al menos no a tener en cuenta), sus ingresos provienen generalmente de las propinas; es por esto, que si no dejas propina, estás haciendo un feo muy grande a una persona que te ha dado un servicio. Aún así, no sé si es adecuado que siempre sea el 20%, ya que, un camarero te sirve los platos sean los que sean, no trabaja más por pedir un plato más caro, de modo que, aunque parezca una tontería lo que digo, si lo piensas, no deberían ceñirse siempre a ese porcentaje.

Puedo entender lo de las propinas en los restaurantes y bares (por supuesto no funciona así en restaurantes de comida rápida) pero nunca llegaré a entender el problema que tienen los americanos con los impuestos, el IVA o como lo llaman aquí, los Tax.

Y es que, amigos, el 99% de veces que compréis algo en los Estados Unidos, os vais a encontrar en la caja con que el precio es mayor de lo que habíais calculado. No, vuestras matemáticas no están oxidadas, es que los americanos acostumbran a no incluir los impuestos en el precio señalizado en los productos. Además, el tax depende mucho del tipo de producto que sea, de modo que, al menos para un inexperto como yo (aunque los nativos tampoco lo consiguen), es muy difícil calcular el precio real de un producto antes de llegar a la línea de caja.

Yo soy un tipo raro, siempre me ha molestado lo de los 99,99€, los 99cent. etc. Pero puedo llegar a entender que psicológicamente resulta más barato, pero lo de no incluir los impuestos es algo que nunca he podido soportar. En casa me ha pasado muy pocas veces, como mucho en alguna página web (casi siempre asiática) pero nunca en una tienda. No sé cómo os sentiríais vosotros pero yo me siento engañado cuando veo un $3 y tengo que pagar un $3,47.

Además de la dificultad de cuadrar precios antes de ir a la caja, es el temor de saber que nunca puedes fiarte de si te están vendiendo algo con o sin impuestos y sobre todo el sentir que te están mintiendo con cada precio señalado que ves; además por culpa de esa política, a veces llegan a precios absurdos como una postal que vale un dólar y por la que tienes que pagar un dólar y diecisiete centavos; ¿qué me estás contando?

Unas cuantas fotos

Multimedia (post nº1)     Hoy la cosa «sólo» va de fotos, espero que sean interesantes para vosotros, sé que no había puesto muchas fotos hasta ahora. Si queréis fotos de algo más en concreto sabéis que podéis pedir cuanto queráis.    

Vayamos al cine

Días en California (post nº6)

 

Es viernes, tenemos la tarde libre ¿te apetece ir a algún sitio Topher? ¡Claro, vayamos al centro comercial! Pues así es, vamos camino de la parada de autobús, pero un pequeño descuido nos hace perderlo y tenemos que esperar al siguiente. Bueno, ya estamos en el bus, $2 no es tanto comparado con los 6$ que cuesta ir a San Francisco.

Este centro comercial es enorme, tiene de todo, para comer, para comprar ropa, zapatos, ocio… Tras una pequeña visita a Macey’s ya estoy enfrente de la cartelera mirando las películas disponibles, no sé cuál será la más adecuada para mi primer cine en Estados Unidos, pero llevaba mucho tiempo querer esa nueva película de Neil Blomkamp «Elysium». ¡Allá vamos! ¿Te apuntas Topher? Ah, ya veo, prefieres dedicarle un par de horas a mirar ropa, pues nos vemos a la salida.

Vaya, me esperaba una sala más grande. ¿Serán las salas en España más grandes que en EE.UU. o será que me ha tocado una de las salas pequeñas? La verdad es que es del tamaño de media sala pequeña de las de España, claro que luego aquellas están vacías y no vale de nada tanto sitio. Anda, qué cómodo, todos los brazos son abatibles, y los asientos son bastante cómodos.

¿Es normal que pongan tantos tráilers? Bueno, ya llevan muchos, seguro que enseguida empieza la película.

Pues no, no empieza, siguen los tráilers, ya van como 15, qué tostón. ¡Uy! Parece que ya empieza.

Hola Topher, ¿qué tal las compras? Por lo que veo bastante bien. ¿La película? Bien, no es tan buena como esperaba, pero al menos, al ser de acción, no tenía mucho diálogo y cuando lo tenía la mitad eran latinos hablando en español y me enteraba bien, espero tener la misma suerte la próxima vez.

La verdad es que la experiencia del cine ha sido gratificante, intentaré repetirla pronto, al fin y al cabo, en España me escapo cada vez que puedo al cine, así que aquí podré hacer lo mismo, o al menos, intentarlo.

Hablemos de dinero

Acerca de América (post nº4)

 

¿Sabíais que el dinero ganado en total entre todas las películas de la saga «Harry Potter» es poco más de la mitad de lo que el Gobierno de España consigue cada año solamente de los impuestos del tabaco?

Empiezo con tal dato para que entendamos que vamos a comparar los precios en España y en EE.UU.

Aquí, una bolsa grande de Doritos puede alcanzar los $5 en cualquier establecimiento, que vienen a ser unos 3,5€. Sin embargo, un paquete de comida seca (ramen, fideos) con tres raciones puede costar tan sólo $1. No sé por qué, pero me da que, a veces, en España, un producto tiene que costar una cantidad mínima para ser considerado de calidad.

Hay cosas aquí que tienen un precio exagerado, la botella de ron de una marca media puede rondar los $20. El problema es que aquí las marcas blancas no hacen una competencia tan «ofensiva» como puedan hacer en España las macas Hacendado, Carrefour, etc. Aquí, si un paquete de Oreo cuesta unos $3, la marca blanca costará $2,90. Aquí no se pueden encontrar alcoholes como los famosos Knebep de 4€ de Mercadona.

Hablemos de una categoría de precios que en España me llega a irritar y a costar disgustos: El cine. Como habréis podido observar, aquí (al menos en California [que es el segundo estado más caro]) todo es más caro que en España, sin embargo, el cine cuesta $8, lo que serían alrededor de 6€. Ese precio no está ya en ningún cine en España, lo usual son unos 7€, en otros lugares podemos ver los 8€, y más si la película es en 3D, es una sala especial o quieres verla en una butaca grande. Creo que, teniendo en cuenta la diferencia económica (precios), el cine sale mucho más caro en España.

En otro post os contaré mi visita al cine, pero, quiero preguntaros: ¿A dónde llega la estupidez en una empresa para cobrar un precio tan alto por las entradas y tener las salas de cine vacías? ¿Qué clase de interés comercial persigue esa política de «oferta y demanda»? ¿No se ha parado ningún alto cargo de Cinesa, Neocine, etc. a pensarlo?

Tranquilos, no pienso irme sin hablar del asunto económico estrella: Gasolina. Sé que muchos de vosotros estáis deseando saber el precio de la gasolina por aquí porque habéis escuchado especular mucho sobre el tema. Hay una gasolinera cerca de la universidad, la gasolina normal (95) está a $3,50, unos 2,65€, pero tranquilos, recordad que los estadounidenses no utilizan (nadie se explica por qué) el sistema métrico, así que hablamos de 2,65€ el galón.

Calculemos. Un galón son 3,79 litros, a 2,65€ el galón, nos sale: 0,69€/litro, menos de la mitad que en España. Y esto en California, un lugar donde todo vale más del doble que en España, no sabría imaginar los precios que tendrá la gasolina en Nebraska, Illinois, Ohio y lugares tan alejados del consumismo. No es de extrañar que aquí todos lleven coches enormes derrochando gasolina.

Espero vuestros comentarios, muchas gracias.

Hasta que el cuerpo aguante

Días en California (post nº5)

 

Hoy, amigos, no os voy a relatar anécdotas ni aventuras acaecidas en las dos semanas que llevo aquí. Hoy voy a intentar sorprenderos con un único y «sencillo» hecho que espero que os contraríe al menos. Quiero que opinéis, en esta ocasión, no sobre los Estados Unidos ni sobre mí sino sobre el que es hogar de todos nosotros: España.

El hecho en cuestión es el siguiente: Como ya sabéis tengo una asignatura llamada Public Relations que imparte un veterano catedrático californiano. Éste, fue operado de la rodilla izquierda el viernes 30 de agosto. Fue una operación de alrededor de 4 horas, tiene la pierna inmovilizada por uno de esos aparatos metálicos y camina con muletas como buenamente puede ¿que cómo sé yo todo eso? Porque, lejos de haberse cogido una baja más o menos larga, el susodicho asistió a la clase del 3 de septiembre (la siguiente) y a las consiguientes.

Él dice que tener la pierna inmovilizada y dificultades para caminar no son un obstáculo para impartir clases. Se le nota molesto pero, más allá de nuestra curiosidad, su operación no ha supuesto ningún inconveniente para la asignatura.

Me imagino la situación en España y el desenlace, desde luego, no es el mismo. No hablo de profesores ni de ninguna profesión en concreto. Hablo de cómo mi profesor se muere de ganas de trabajar y en España, excepto afortunados, nos consiguen hacer reacios al trabajo y al esfuerzo.

Al fin y al cabo, un buen resultado viene de un trabajo realizado con pasión y con esmero. ¿Qué nos falta? Estoy seguro de que nos faltan muchas facilidades para querer volver al trabajo nada más salir de éste.